Miércoles 22 7:55 p.m.
En un beso…sabrás
todo lo que he callado.
Pablo Neruda
Algunos eventos, algunas experiencias, algunas personas me afectan. Pero, he aprendido a abandonar la queja y dejar ir la tristeza. Tal vez he dejado ir algunas cosas más. De repente, escribir se torna natural, a veces porque las palabras tienen la fuerza de mis sentimientos.
¿Notas algo extraño en este momento? Al no ofrecer resistencia a la vida, le permito vivir a través de mí. Es poco usual compartir mis cartas con un amigo que recién intento conocer. Y, hay que ver el tema que he escogido, en apariencia, trivial. He dicho antes que propondría una interpretación semántica. En su lugar, dejaré que las ideas fluyan…
El beso, confundido por unos como un ejercicio lingüístico, sólo necesita dos amorosos, sin duda, sin vergüenza…total, profundo, húmedo, es un camino ineludible cuando se quiere seguir por la ruta del placer.
Me pregunto, qué será lo que tiene. Será que es especial, será que es delicioso, será que cuando lo compartes no importa nada más y el mundo se detiene. Me gusta cuando es así. El roce de unos labios, así como sin querer, así como sin creer, así como si nada fuera a suceder.
Son los momentos más irresistibles, aquellos en los que entregas un beso entre suspiros, como los de esas noches a las que siempre regresamos con la memoria. Puedes besar con los ojos y mostrarme lo más interno, lo más oscuro, lo más profundo que hay dentro de ti…un beso te saca el alma, ¿sabías? No puedes fingir.
Estas cartas son abiertas. Simplemente están aquí, buscando equilibrio y serenidad y no precisan respuesta…
En un beso…sabrás
todo lo que he callado.
Pablo Neruda
Algunos eventos, algunas experiencias, algunas personas me afectan. Pero, he aprendido a abandonar la queja y dejar ir la tristeza. Tal vez he dejado ir algunas cosas más. De repente, escribir se torna natural, a veces porque las palabras tienen la fuerza de mis sentimientos.
¿Notas algo extraño en este momento? Al no ofrecer resistencia a la vida, le permito vivir a través de mí. Es poco usual compartir mis cartas con un amigo que recién intento conocer. Y, hay que ver el tema que he escogido, en apariencia, trivial. He dicho antes que propondría una interpretación semántica. En su lugar, dejaré que las ideas fluyan…
El beso, confundido por unos como un ejercicio lingüístico, sólo necesita dos amorosos, sin duda, sin vergüenza…total, profundo, húmedo, es un camino ineludible cuando se quiere seguir por la ruta del placer.
Me pregunto, qué será lo que tiene. Será que es especial, será que es delicioso, será que cuando lo compartes no importa nada más y el mundo se detiene. Me gusta cuando es así. El roce de unos labios, así como sin querer, así como sin creer, así como si nada fuera a suceder.
Son los momentos más irresistibles, aquellos en los que entregas un beso entre suspiros, como los de esas noches a las que siempre regresamos con la memoria. Puedes besar con los ojos y mostrarme lo más interno, lo más oscuro, lo más profundo que hay dentro de ti…un beso te saca el alma, ¿sabías? No puedes fingir.
Estas cartas son abiertas. Simplemente están aquí, buscando equilibrio y serenidad y no precisan respuesta…
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