sábado, 6 de enero de 2007

AL DESPEDIR TUS CENIZAS….


" Te llamaras silencio en adelante y el sitio que ocupabas en el aire se llamara melancolía." Eduardo Carranza.

Carta para Pilo Delgado el 11 de enero de 2006.

Amor Mío, Mi Tesoro. Cualquier cosa hubiese podido escribirte o decirte pero nunca una despedida y aun no puedo. Estos solo son intentos vagos de aferrarme a una realidad que no entiendo, a la cual no me ajusto y que aun no acepto. Trato de imaginarte aquí a mi lado, Viejo Adorado y trato de buscar tu mano, apretarla y decirte con los ojos cerrados: “HASTA PRONTO MI AMOR”.

Nunca entre nosotros se pensó la más mínima separación, ni siquiera concebimos factible esa opción en años venideros. Me han explicado los expertos, que debo dejar tus restos descansando en la tierra. Y esto, para mi no es mas que una despedida simbólica y temporal. Decirte Adiós no esta en mi, a Dios de por si te has ido…Yo no puedo simplemente cerrar la puerta y olvidarte. No puedo dejar de amarte, de extrañarte, de desear volver a verte y de sentir este vinculo hermoso y entrañable que tengo contigo. Amor, este momento es para mi una renuncia…significa bajar la cabeza y entregar mi vida a ese creador que decidió llevarte tan pronto y súbitamente. Es depositar en sus manos mi tesoro más preciado: TU, y esperar que él lo reciba con el amor y la dedicación que yo te prodigaba aquí en la tierra y …espero que mucho más aun… Quiero ofrecerle de rodillas y aun con tanto quebranto, también mi vida. Deseo que restaure mi mente, mi espíritu y mi confianza, ante la inminente necesidad de entender, que si estoy con vida debo seguir adelante. Te pongo en sus manos, esperando ver cumplidas sus promesas. Necesito una brújula Amor, necesito reinventarme, tu has renacido a la eternidad y yo renazco en medio de la gente que me ama en esta misma tierra por la que caminamos juntos y construimos tantos recuerdos y afectos.

…. Sin siquiera sospecharlo, los dos íbamos corriendo a gran velocidad en dirección opuesta a la que nos tenían ya marcada. De equipaje en este viaje teníamos nuestros sueños, nuestros planes, nuestras ilusiones además de baúl repleto de decisión, empuje, ternura, comprensión, alquimia, amor y compromiso. El destino jugó sus cartas Mi Amor y no estas ahora aquí para entender esta situación entre los dos y buscarle juntos una solución, como solíamos hacerlo. Éramos muy buenos compañeros de formula, estábamos felices y satisfechos de haber logrado consolidar nuestro propio equipo de 2 (por el momento, porque soñábamos con ser 5 DC). Estábamos muy conectados, sabíamos leernos el pensamiento a veces incluso sin mirarnos a los ojos; lo que pensaba uno el otro ya lo sabia, lo que uno sentía el otro lo percibía instantáneamente... Nosotros buscamos vida esposo mío, vida juntos, invertimos mucho esfuerzo, mucho corazón y teníamos como política mutua exprimir el tiempo presente, devorarnos los sueños con intensidad, sabiendo que cada hora que pasaba estaba a nuestro favor, cada paso que dábamos estaba impregnado de la ilusión y la urgencia de estar juntos en nuestro nuevo hogar… nunca imaginamos qué tan radical diferencia iba a marcar esto en nuestras vidas. La intensidad y la calidad de nuestro camino no fue proporcional al tiempo que compartimos juntos sobre esta tierra..

Aquí estoy Amadísimo Esposo, firme y congruente como se que querrías verme y en honor a tu memoria, al mejor año de mi vida, a todo el amor que nos entregamos, quiero prometerte seguir cultivando con cariño y consideración mi persona, ahora veo que Dios ha puesto la paciencia, la perseverancia y el perdón como sellos intrínsecos en mi destino….voy a mantener firme el timón de este barco hasta encallar de nuevo en el puerto donde el Señor me lo permita y tu me estés haciendo señales de haber llegado, se que me estarás esperando y vendrás a recibirme, y cada día que logre avanzar una milla más o me detenga y leve el ancla para descansar…en cada trayecto que este barco realice tu estarás siempre presente mi amor…

Esposo mío, Gracias. Reuniste todo en tan corto tiempo, fuiste mi más grande anhelo, mi mejor amigo, mi súper combo y fui muy feliz, estoy enriquecida con tu luz, impregnada como me ha enseñado mi Padre, de la verdad, la bondad y la belleza de tu ejemplo de vida…. Te AMO.

Tu y Yo, mi muy amado esposo nos casamos por ser 2 cabezas conectadas en un solo objetivo común. 2 árboles con raíces propias, que se trasplantaron a una tierra nueva, muy nueva, para entretejer sus ramas y dar fruto juntos. Los 2 nos necesitábamos mucho, era indispensable sentir la cercanía del otro, escuchar como sus ramas se agitaban con el viento y saber que aun así por dentro corría la savia de la vida y así sus raíces seguían creciendo en tierra fértil, buscando su propio espacio. Esos árboles compartieron el gozo y el agradecimiento de recibir la luz del sol y de atravesar juntos el paso del invierno. La presencia de ese otro arbolito era el aliciente… nos retirábamos mutuamente las ramitas viejas, la maleza, nos dedicábamos mucho el uno al otro y nos complementábamos. Se decidía siempre en función de lo que para nuestra nueva familia DC fuera lo mejor. El con su paciencia yo con mi tenacidad, él con su sencillez y yo con mi carácter…nos consentíamos y éramos el uno la fuerza del otro para levantar esas mismas ramas hacia el cielo, para pedir guía, para orar, para abrazarnos y acoger a quien necesitara cobijarse.

Por eso ante este interminable dolor, ante la obligación de renunciar a ti, puede ser -Mi Vida-, que yo no pierda mis propias raíces, pero esta, tu esposa, tu princesa, tu muñeca, también hoy deja de existir… hay una enorme grieta que me atraviesa de la cabeza a los pies y me divide entre un ayer que amo y añoro y un mañana que no se dibuja aun… Hay mucho de mi que se ha ido contigo y mucho de ti, que permanece aquí adentro; toda esa poderosa vida que sembraste con buena semilla y en tierra fértil, me ayudan en este camino desconocido que voy transitando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Por eso en aquellos momentos en los que no sabemos hacia donde vamos, ni porque, sólo nos queda aferrarnos a la vida y a la esperanza de una vida mejor.

Sofía dijo...

Deja que el mágico tiempo te lleve siempre a evocar lo más hermoso de los momentos que compartiste con tu amado compañero. Fusiónate con esas memorias, no las pierdas, pero recuerda mantenerte firme y congruente, como bien dices que él quisiera verte.