MIRO HACIA ABAJO PERO VUELO HACIA ARRIBA!!

Para Mencha, Sofía y todos aquellos que al iniciar un nuevo año, renacemos como el Ave Fénix y como el águila. Necesitamos solitarios, cada cierto tiempo, subir hasta la cima más alta, cambiamos de plumaje, mudamos nuestro pico y nos arriesgamos de nuevo a extender las alas para seguir adelante, más vitales y conscientes, en este hermoso cielo que se llama vida…

El fortalece al cansado
Y acrecienta las fuerzas del débil.
Aun los jóvenes se cansan, se fatigan,
Y los muchachos tropiezan y caen;
Pero los que confían en el SEÑOR
Renovarán sus fuerzas;
Volaran como las águilas:
Correrán y no se fatigarán,
Caminarán y no se cansarán."
Isaías 40: 29-31 “

“El águila solitaria en pleno vuelo sobre el mar, tiene las alas totalmente extendidas, la cabeza blanca, el pico afilado y el plumaje negro. Luce fuerte y enérgica, su mirada es firme. Mira hacia abajo segura de su vuelo, disfrutando de los vientos celestiales a su favor. Pero vuela hacia arriba.

Mirar hacia abajo es inevitable, y en ocasiones esencial. Yo también miro hacia abajo en ciertos momentos. Allí están las preguntas sin contestar, las situaciones sin resolver, las metas que dejaron de arder, los negocio incompletos, los misterios que no se revelaron, los proyectos que murieron, las expectativas mutiladas, los amigos que se fueron, los errores irreparables, los sentimientos de amor que no fueron correspondidos. Allá abajo hay mucho sinsabor…

Miro hacia abajo pero vuelo hacia arriba! Pertenezco a las alturas. Seguiré elevándome aun cuando algunos vientos intenten derribarme, pues ya he aprendido a volar y seguiré haciéndolo, hasta llegar a la presencia del Creador de los Vientos.”

(Apartes de un devocional escrito por Mirla García de Reyes. BDPLM-NVI 2000)