domingo, 14 de enero de 2007

EL AMOR


Es esquivo, pero ahí está.
No lo veo, pero lo siento en todas partes y en ninguna.
No lo úbico, pero lo necesito.

Cuando creo que por fin lo tengo entre mis manos, se escapa.
Corre tan lejos que creo que nunca lo tuve cerca.
No corre, vuela.

Vuela muy alto y yo corro detrás,
pero nunca lo puedo alcanzar.
No lo alcanzo.

Parece que no importa, pero sigo corriendo.
Sigo esperando que baje la velocidad para poderlo alcanzar
o en el mejor de los casos, sigo esperando que se devuelva.

Que vuelva a mi,
que vuelva por mi.

Me doy cuenta que en realidad nunca estuvo aqui,
nunca lo tuve.

Eso no era amor.
Entonces que fue?

En fin, seguiré corriendo tras él.

1 comentario:

March dijo...

No vale la pena seguir corriendo tras él... es un anhelo legitimo y nuestra naturaleza humana de actuar, pero eso agota, desgasta... cuando ese amor sea el que ES, él correrá no tras de ti, sino por ti y a tu lado.